“No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
de ahora en adelante seremos todos nosotros a quienes, necesitados de ayuda, Ella viene a socorrer con la misma prisa con la que atravesó las colinas de Judea para socorrer a su prima Isabel;
la recepción sobrenatural extraordinaria de las revelaciones de Dios de tipo carismático, cuando Dios revela alguna cosa a alguien para la edificación del pueblo de Dios.
«Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.»
Los videntes eran considerados intermediarios entre Dios y el pueblo, actuando como mensajeros del Altísimo.
“En el medio de la plaza de ella, de la una de la otra parte del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto: las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”
se reconoce finalmente la autenticidad de sus mensajes (en su vida, en la coherencia de los mensajes respecto a la Sagrada Escritura, en los frutos que portan sus vidas, en los signos milagrosos que acompañan estos mensajes).
“Tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, fué en busca de David de los suyos, por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses”
La Biblia nos ofrece herramientas para discernir entre los videntes verdaderos y los falsos. Sus mensajes deben ser consistentes con la palabra de Dios, sus profecías deben cumplirse y sus vidas deben ser coherentes con su mensaje.
La Biblia es la guía de vida que nos dejó Dios. Si nos referimos a los fantasmas como seres espirituales, definitivamente podemos decir que se mencionan y mucho en la Biblia.
Su compromiso con la verdad y su dedicación a la palabra de Dios los convertía en portavoces confiables de Su mensaje.
Los videntes eran mensajeros divinos que hablaban en nombre de Dios. Su palabra era considerada como la palabra de Dios mismo, y se esperaba que el pueblo los escuchara y obedeciera sus enseñanzas.
“En aquel tiempo vino Hanani vidente á Asa rey de Judá, díjole: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos”
Proferir mensajes que no establishedían de Dios : Sus check these guys out palabras estaban basadas en sus propias ideas o deseos, y no en la voluntad divina.